Es la catedral más antigua de Madrid y no lo sabías
Hablar de catedrales en Madrid, es hablar de la Almudena. Mixtura de amor y odio a partes iguales –"de delicioso eclecticismo" a "horroroso pastiche", según el bando– defensores y detractores no saben que no es la única. Ni siquiera la primera.
La Almudena es una entre otras: la Catedral –ahora colegiata– de San Isidro de 1885 a 1993 , la Castrense, la del Apóstol Andrés, San Demetrio –ortodoxa–, la basílica de Santa María Magdalena, última en incorporarse a la categoría, y, la que hoy me ha llamado la atención, la Iglesia Catedral del Redentor, anglicana, céntrica, desconocida, –actualmente la más antigua– y en muchas ocasiones denostada.
Con una cruz celta trebolada –una latina con un círculo que rodea su intersección– presidiendo su fachada, la catedral anglicana de Madrid, la catedral del Redentor, es un elegante edificio de estilo neogótico situado en la calle Beneficencia 18. Construida, en 1881, por Enrique Repullés, siguiendo un boceto del también arquitecto Juan Madrazo –hermano del pintor Federico Madrazo–, tuvo que esperar hasta 1894 para su consagración. Desde la finalización de las obras, la Iglesia Española Reformada Episcopal –parte de la Comunión Anglicana– encontró grandes trabas tanto de las autoridades como de los grupos ultracatólicos, que argumentaban que su culto en público era una violación de la Constitución. Finalmente, tras un acuerdo con el Conde de Romanones, lord Plunket, arzobispo anglicano de Dublín, pudo llevar a cabo la consagración de la iglesia, no sin antes ser suprimidas de su fachada la cruz y la inscripción ‘Christus Redemptor Aeternus' para evitar que tuviera "el aspecto de un templo y que el que no se fije no sabe que no es católico". La campaña de acoso llegó hasta prohibir, en los días de culto, el acceso a la iglesia por la puerta principal.
Si en sus inicios no lo tuvieron fácil, no es que les fuera mucho mejor durante la dictadura franquista y su nacionalcatolicismo, quienes no contentos con vetarles el nombramiento de obispos anglicanos u obligarles a hacerlo a puerta cerrada, construyeron el antiguo Mercado de Barceló para ocultar la fachada de la Iglesia del Redentor. En un detalle de mal gusto, se situó la salida de basuras del edificio justo frente a la puerta de la casa del Obispo.
No fue hasta 1980, con la aprobación de la ley de Libertad Religiosa en España, cuando desaparecieron las trabas y la estigmatización de los anglicanos y su catedral. Ya normalizadas las relaciones, la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid ha trabajado hace pocos años en la restauración del templo.
Ahora, ya sabes caminante, si al pasar por un templo ves una cruz celta y su interior parece más una sala de conciertos, por la ausencia de imágenes y símbolos religiosos, estás ante la única catedral anglicana en España y la más antigua de Madrid.